La Guardia Civil investiga a 8 personas relacionadas con medio centenar de robos en la Marina Alta y Baixa

Agentes del Equipo de ROCA de la Guardia Civil de Calpe, encargados de investigar los delitos cometidos en el ámbito rural, han logrado esclarecer 42 delitos de robos y hurtos, cometidos en viviendas de urbanizaciones aisladas y obras en construcción de las localidades de Calpe, Benissa, Moraira, Altea y Callosa de Ensarrià.

Los investigadores analizaron el modo de proceder de los autores, quienes solían aprovechar las horas de menos tránsito de los residentes para acceder al interior de las viviendas, de las que sustraían objetos que pudieran tener una salida fácil en el mercado, como herramientas o bicicletas. Estas últimas, las robaban forzando el candado al que estuvieran sujetas o, si era necesario, escalando por las fachadas de los edificios para llevárselas de los balcones.

En días posteriores, acudían a rastros de segunda mano de los municipios de la Marina Alta y Baixa para venderlas y conseguir dinero en efectivo. Pero estos individuos no exponían directamente al público los objetos robados, sino que los escondían en un baño de minusválidos, del que habían conseguido una llave, y de allí los iban sacando a demanda del comprador.

Finalmente, la Guardia Civil investigó a los tres presuntos autores, dos hombres y una mujer pertenecientes a un mismo clan, por 42 delitos de robos con fuerza y/o hurtos de objetos valorados en unos 60.000 euros, y un delito de pertenencia a grupo criminal.

Gran parte de lo sustraído fue recuperado gracias a las diferentes intervenciones que realizaron los agentes en los mercadillos, y ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios.

Otros cinco investigados por la sustracción de más de 3 toneladas de aguacates

Por otro lado, el Equipo ROCA de Calpe ha realizado otra operación en la que se ha investigado a 5 hombres, relacionados con la sustracción de 3.600kgs de aguacate.

En esta ocasión, las primeras indagaciones se iniciaron en el mes de septiembre del 2019, y apuntaban hacia el término municipal de Polop como el lugar de asentamiento de los posibles autores.

Desde allí se trasladaban en sus furgonetas hasta los cultivos, donde rompían las verjas delimitadoras, o las saltaban, para sustraer el fruto del árbol.

Para el transporte utilizaban las cajas que el propio agricultor tenía en el terreno, y las llevaban a una finca donde las almacenaban hasta que les pudieran dar salida en el mercado negro.

A los cinco presuntos autores, ya investigados por la Guardia Civil, se les atribuye un total de 11 delitos contra el patrimonio, por los que habrían sustraído más de 3 toneladas y media de aguacate, valoradas en más de 12.000 euros.

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