Adolfo Utor: «En defensa de los intereses compartidos»
La semana pasada publiqué un artículo que tuvo una amplia repercusión en las redes, y creo necesario hacer algunas aclaraciones. Una empresa moderna y de este siglo es un espacio en el que se comparten intereses con accionistas, trabajadores, proveedores, clientes, entorno social y medioambiental. Es razonable por tanto, que cada uno defienda los suyos, pero siempre sin perder de vista los intereses compartidos.
Para empezar, quiero mostrar mi máximo respeto tanto al colectivo de taxistas como a los profesionales de la Policía Local de Dénia. Los primeros contribuyen decididamente con su trabajo al desarrollo y funcionamiento de nuestra ciudad, y los segundos realizan una labor muy importante, garantizando la seguridad y la convivencia pacífica de nuestro municipio. En ambos casos, forman parte de nuestros grupos de interés: unos porque dan un servicio fundamental a nuestros clientes, y con los otros porque compartimos objetivos. Sus intereses son tan legítimos como los de cualquier otro colectivo o ciudadano.
Creo que es razonable que pida el mismo respeto para mí y la compañía que presido, así como para los centenares de familias que directa o indirectamente vivimos de ella, nuestros clientes, los proveedores y otros grupos de interés beneficiados por nuestra actividad.
Con intereses compartidos me refiero, por ejemplo, al impacto que supone la actividad del puerto de Dénia (el año pasado pasaron por él 348.892 pasajeros y 94.459 vehículos, cifras que este año esperamos superar) para los hoteles, restaurantes, comercios, transportes y otros servicios de Dénia y la Marina Alta. Una actividad que implica, a su vez, un importante número de puestos de trabajo inducidos y una promoción para la ciudad, al ser el puerto de Dénia la principal puerta marítima de pasajeros con las Baleares.
Otro ejemplo de interés compartido sería La Panseta, que el año pasado dio servicio de forma gratuita a 80.829 personas (este año esperamos llegar a las 100.000), tanto clientes de Baleària como ciudadanos. El nivel de satisfacción de los usuarios con este barco solar, que descongestiona el tráfico de la fachada marítima, reduce la tasa de emisiones de CO2, y tiene como misión principal facilitar la accesibilidad de los pasajeros al centro de la ciudad, es muy alto.
Por otra parte, Baleària tiene 140 proveedores homologados de Dénia y la Marina Alta, que en 2014 facturaron a la naviera por valor de 11 millones de euros, con un impacto directo estimado en empleo de 150 trabajadores. El mantenimiento o crecimiento de la actividad portuaria será una buena noticia para estos proveedores y sus trabajadores.
La contribución a la Administración Pública en concepto cánones y tasas por la concesión del espacio público y por las unidades transportadas, ascendió en el año 2014 a más de 2,3 millones de euros, contribución anual que pretendemos superar en años sucesivos. La capacidad del puerto para generar tráfico no sólo beneficia a la compañía, también a la hacienda pública y a todos los grupos de interés que dependen, total o parcialmente, de la buena marcha del tráfico de pasajeros y vehículos. No podemos olvidar que el puerto de Dénia compite con el de Valencia (donde prestan servicio Baleària y otras compañías) y con el transporte aéreo, y por tanto un servicio adecuado y confortable para los pasajeros es imprescindible para mejorar la competitividad del puerto y generar mayor tráfico. Para ello, Puerto Natura (empresa concesionaria de los muelles comerciales y participada al 100% por Baleària) ha invertido en los dos últimos años 8,5 millones de euros en las nuevas instalaciones del puerto; una inversión que pretende continuar en los próximos años hasta alcanzar los 12 millones de euros, con el único objetivo de mejorar la competitividad de nuestro puerto.
Cabe recordar que Baleària, fiel a sus raíces fundacionales, mantiene sus servicios centrales en Dénia, manteniendo 200 puestos de trabajo locales, entre tierra y mar, muchos de los cuales son de alta cualificación y con permanente actualización formativa. Esto supone una masa salarial anual de 5 millones de euros, e implica un pago importante en cotizaciones sociales e impuestos de la renta de las personas físicas. Además, la parte más importante del dinero generado por estos trabajadores se consume en Dénia y comarca, en forma de ocio, vivienda, alimentación o educación.
Por todo lo expuesto, seguiremos trabajando y defendiendo humildemente nuestros intereses legítimos (que son los de nuestros trabajadores, nuestros proveedores, nuestros clientes y los del resto de grupos de interés), sin prejuicios y con orgullo.
Finalmente, reivindico mi derecho a defenderme de algunas reacciones furibundas y poco consistentes contra mi persona y los intereses que pretendo defender, así como agradezco sinceramente las opiniones argumentadas y racionales. Una sociedad, un territorio, una ciudad, solo progresa desde la razón, el respeto y la democracia; estos son los valores que defiendo y que estoy seguro comparto con la inmensa mayoría de la sociedad de la Marina Alta. Si en algún momento me he extralimitado en mis afirmaciones, aprovecho esta ocasión para trasladar mis más sinceras disculpas a todos aquellos que se hayan sentido ofendidos.
Adolfo Utor
Presidente de Baleària