La Guardia Civil interviene 1.000 plantas de marihuana en un chalé de Calpe
La Guardia Civil de Alicante ha detenido a un matrimonio que cultivaba marihuana de forma intensiva en un chalé de Calpe, en el que los presuntos autores residían con sus dos hijos menores de edad.
Al matrimonio les constan numerosos antecedentes por otros delitos de tráfico de droga cometidos en la Región de Murcia.
El pasado mes de diciembre de 2020, componentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Calpe detectaron la posible existencia de una plantación de marihuana indoor en una vivienda de una zona residencial de la localidad. Los agentes iniciaron las averiguaciones para constatar los hechos.
Pronto, las pistas se tornaron sobre dos posibles autores, un matrimonio de 29 y 38 años, a los al que les consta un amplio historial delictivo desde hace casi una década. Proceden de un conocido clan familiar asentado en la Región de Murcia.
Durante el desarrollo de la Operación Murcia2020, como fue bautizada por los investigadores, y que ha sido llevada a cabo durante los últimos dos meses, los agentes sospecharon que los presuntos autores tenían desplegada una importante infraestructura, en la que probablemente albergaban una plantación de grandes dimensiones.
Averiguaron que llevaban residiendo en el chalé, junto a un hijo recién nacido y otro de 8 años, desde el pasado mes de octubre de 2020, en régimen de alquiler. Además de una entrada inicial de 12.000 euros, abonaban a los propietarios 2.000 euros mensuales. Se trataba de una espaciosa casa de tres plantas, situada en una urbanización céntrica de la localidad, con zonas ajardinadas y piscina privada.
Todo el capital del que disponía el matrimonio procedía del tráfico de drogas. Actuaban con total impunidad, sin tratar de ocultarse bajo otra actividad laboral que hiciera de tapadera.
En el registro practicado el pasado 5 de febrero, la Guardia Civil corroboró sus sospechas: habían convertido en invernaderos de producción intensiva más de 250 metros cuadrados de la vivienda. Situada en el sótano, habían habilitado una sala de unos 200 metros cuadrados en los que intervinieron 850 plantas; y en la primera planta, otra sala más pequeña en la que intervinieron otras 150 plantas.
En total los agentes han incautado 1.000 plantas de marihuana en diversas fases de maduración, lo que facilitaba a los presuntos autores la recolecta periódica, y por lo tanto, la entrada permanente de beneficios con la actividad fraudulenta.
Contaban con toda la infraestructura necesaria para mantener un cultivo indoor de marihuana a pleno rendimiento. La Guardia Civil localizó en las dos salas numerosos aparatos de aire acondicionado y ventiladores que permitían la aireación necesaria para el crecimiento óptimo del cultivo. Contaban con una sofisticada instalación de filtrado de las salidas de aire, evitando así ser detectados por el olor. Grandes depósitos de agua abastecían la plantación a través de un sistema de riego por goteo. Los autores empleaban gran cantidad de abonos, fertilizantes y acelerantes de la maduración, para acortar los procesos de cultivo y recolección de los cogollos.
Tal era la defraudación de fluido eléctrico, que habían generado un colapso en el abastecimiento de suministro eléctrico del resto de los vecinos de la urbanización, con el enganche ilegal desde el que abastecían de aire y luz la plantación.
Además de las 1.000 plantas de marihuana, han sido incautados 200 gramos de cogollos, numerosos aparatos para la infraestructura de las plantaciones, centenares de maceteros y 1.000 euros en efectivo, procedentes de la actividad ilícita.
Han sido detenidos como presuntos autores un hombre de 38 y una mujer de 29 años, de nacionalidad española. Se les imputan un delito contra la salud pública por cultivo o elaboración de drogas y otro de defraudación de fluido eléctrico.
Tras ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Denia, han quedado en libertad con cargos, con la obligación de comparecer semanalmente a sede judicial.