Opinión Intersindical Salut Denia: MARINA SALUD, UN NEGOCIO RUINOSO
MARINA SALUD, UN NEGOCIO RUINOSO
La misma semana que DKV anuncia un beneficio neto de 26’7 millones de euros Marina Salud anuncia unas pérdidas por valor superior a los 3’5 millones en 2015. El gerente de Marina Salud convocó de urgencia al Comité de Empresa el pasado viernes 18 de marzo para anunciarles que la empresa presenta pérdidas, y que están trabajando en un plan de ajuste que se presentará a finales de este mes. El equipo directivo de Marina Salud atribuye el motivo principal de estas pérdidas al nuevo decreto de libre elección en el ámbito de la atención primaria y especializada en el Sistema Valenciano de Salud. Es decir, a la posibilidad de que la ciudadanía de la Marina Alta pueda optar por recibir la prestación sanitaria en otros hospitales de la red pública valenciana. Según sus cálculos con este nuevo sistema Marina Salud perderá (debemos entender dejará de ingresar) 23 millones de euros desde el 2015 al 2024, fecha en que termina el contrato. En ningún momento explicó el gerente como han llegado a tal cifra, y por supuesto, no hizo referencia a la razón por la que la libre elección pueda llevar a pérdidas a Marina Salud. Sin embargo el motivo es más que obvio, un gran número de pacientes optan por marcharse del Hospital de Denia y solicitar la atención en otros hospitales públicos. ¿Hace falta decir por qué?
Hasta ahora la empresa siempre había justificado su fiasco económico en la bajada de la población protegida. Nada más lejos de la realidad. La población protegida bajó durante los años de la crisis, y se ha quedado estabilizada en torno a las 150.000 personas. Sin embargo el pliego de condiciones, allá por el año 2004 ya establecía la población protegida en torno a las 134.000 personas. Por lo tanto no es cierto que el escenario sea distinto de cuando se hicieron los números para el proyecto. En todo caso si es distinto sería para mejorar la posición de la empresa, no para empeorarla. Lo cierto es que los que diseñaron el proyecto cometieron errores de bulto y los equipos directivos no han sabido, en todos estos años, reconducir la situación. Es interesante que las explicaciones de la empresa justifiquen ahora sus malos resultados económicos en la libre elección. ¿Qué debemos hacer? ¿Impedir a la ciudadanía que ejerza sus derechos?
La realidad es que si echamos un vistazo a la procedencia de los ingresos de Marina Salud, que constituyen un mix de ingresos de la Conselleria de Sanitat, compañias de seguros y pacientes privados, vemos rápidamente que casi el 100% de los ingresos proceden de la Conselleria de Sanitat, es decir, de nuestros impuestos.
Según el cuadro que figura a continuación los ingresos procedentes de la Generalitat Valenciana, básicamente ingresos por cápita de población protegida, oscilan entre el 97’36% y el 98’39% de los ingresos de Marina Salud, es decir, prácticamente el 100%. Mientras que los ingresos por compañías de seguros, recordemos que DKV es una compañía de seguros, oscilan entre en el 0’95% del 2009 y el 2’15% del 2013, y los pacientes privados han generado entre un nimio 0’20% de los ingresos en 2011 y un escueto 0’85% de 2009. ¿Cómo tenemos que interpretar estos datos? Parece claro que la supuesta excelencia y calidad de las prestaciones sanitarias de Marina Salud no son tales ya que, aquellos pacientes que pueden elegir (compañías de seguros y privados) no eligen Marina Salud, mientras que prácticamente el 100% de los ingresos vienen dados por pacientes que bien podríamos llamar ‘cautivos’, es decir toda la ciudadanía de la Marina Alta con derecho a prestación sanitaria pública que no, en principio, no puede elegir donde recibir la prestación sanitaria.
Por lo tanto parece que tanto los pacientes ‘cautivos’ (usuarios de la seguridad social) como aquellos que pueden elegir (compañías de seguros y privados) prefieren buscar otros centros de atención sanitaria. Con esta calidad tan negativa percibida por los usuarios no es de extrañar que los resultados económicos sean desastrosos.
El cuadro que tenemos a continuación resume los resultados de beneficios y pérdidas desde 2009 a 2014 (último año publicado). Lo más llamativo es que en ningún año ha habido reparto de beneficios entre los accionistas, sino que los años de beneficios éstos se han aplicado a compensación de pérdidas.
Otro dato importante que aparece en las cuentas de resultados son las deudas con empresas del grupo (DKV y Ribera Salud S.A.). Las deudas contraídas por la empresa Marina Salud se derivan, básicamente de la construcción del Hospital de Denia. Así, y según el cuadro que aparece a continuación, vemos que estas deudas han disminuido desde los 78.461.536 euros que tenía en 2009 hasta los 70.769.228 del 2014, a un ritmo de disminución de 1’8 millones de euros al año. Si tenemos en cuenta que el plazo de vencimiento del préstamo es 2019 queda claro que Marina Salud no podrá cumplir con sus compromisos, ya que tendría que amortizar a razón de 14 millones de euros al año, lo que es totalmente imposible. Incluso aunque se alargara el plazo hasta el final del contrato de la concesión, en 2024, el ritmo de amortización tendría que ser de 7 millones de euros al año, cifra imposible de alcanzar con los resultados obtenidos hasta la fecha.
Si a estos resultados económicos unimos, por un lado el rechazo frontal, persistente y sistemático de la ciudadanía de la Marina Alta a la privatización, no por capricho, no por ideología, no por política, sino debido a la pésima calidad de las prestaciones sanitarias de Marina Salud y por otro el descontento, el hastío y la desesperanza de los profesionales sanitarios del departamento que se sienten discriminados, con toda la razón del mundo, respecto al resto de profesionales estatutarios, con los resultados ya conocidos de fuga de profesionales, alta rotación de los mismos, burnout, etc. vemos que el modelo Alzira es un fracaso rotundo y sin paliativos.
A este panorama desolador habría que añadir las infraestructuras comprometidas por la empresa que, seis años después de empezar la concesión, todavía no han realizado, como son el segundo centro de salud de Denia y la ampliación del centro de salud de Calpe, sin mencionar el bloqueo del centro de salud de Pedreguer debido a la situación de privatización.
Pero como decíamos al principio de esta nota de prensa DKV, principal accionista de Marina Salud, sigue teniendo beneficios, año tras año, por lo que no tiene excusa para no absorber las pérdidas de Marina Salud en la proporción que le corresponda, al igual que Ribera Salud.
Mientras tanto, y habida cuenta que Marina Salud es un proyecto fallido, sin vías de solución, y que no beneficia a nadie, la Conselleria de Sanitat debe garantizar la equidad en el acceso a las prestaciones sanitarias públicas sin permitir, en ningún momento, que las pérdidas de la empresa constituyan un obstáculo para que la Marina Alta tenga la atención sanitaria que por ley le corresponde. Es necesario recordar en este punto que el actual gobierno ‘de progreso’ se comprometió en el Pacto del Botánico a recuperar para la sanidad pública todos los departamentos privatizados. Es una reinvindicación irrenunciable de este sindicato la defensa de la sanidad pública en todos sus ámbitos y en particular en la Marina Alta, por lo que seguiremos exigiendo a los poderes públicos la recuperación de la sanidad de esta comarca que actualmente está en vía muerta, la dignificación de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios y la máxima calidad de las prestaciones para la ciudadania.