Quico Catalán : » Capitanes, la Dénia festiva está a vuestras órdenes. Mandar que nadie se quede sin fiesta»
PREGÓN FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE DENIA 2015
Ilustrísimo Sr. Alcalde
Concejala de Fiestas
Presidente de la Federación de MM Y CC
Capitana Mora
Capitán Cristiano
Corporación Municipal
Festeras y festeros
Señoras y señores
Querida Dénia,
Dicen que la gratitud permanece solamente una noche en el corazón de los hombres. Yo sé que esto no es así porque desde que mi querido amigo, el Presidente de la Federación, me comunico la decisión tomada de que yo fuera el pregonero de este año, además de otros muchos sentimientos, permanece en mí la gratitud.
Gracias le manifesté entonces por el honor que me hacía, y muchas gracias repito ahora a toda esta ciudad, tan querida para mí.
La honra no es llegar a tenerla sino llegar a merecerla, en esta noche, yo, festeras y festeros, por vuestra generosidad la recibo, porque me habéis concedido el honor de ser el pregonero, de ser la voz de Dénia en este momento.
La voz que llama a invitar a todo el mundo a vivir y disfrutar de la fiesta.
¡Qué fácil para mí, y que gran responsabilidad!
¡Qué fácil es hablar de algo que quieres tanto, que sientes como tuyo…¡
¡Qué fácil para mí es hablar de Dénia, de sus gentes y de esta fiesta!
Si amigos, no es nada difícil enamorarse de esta tierra, y más cuando da la bienvenida ese azul del mar con el Montgó como testigo vigilante.
Fiel y leal testigo de los hechos históricos que esta fiesta celebra. La fiesta, la que en pleno mes de agosto, hace que Dénia luzca con un brillo especial.
La fiesta, que el día uno comienza y la que yo desde aquí os invito a festejar.
Estos sentimientos de gratitud y de satisfacción, van a tejer el tamiz que seleccione cada una de mis palabras en esta noche mágica creada para rendir homenaje a la historia de un pueblo, sentido único de esta fiesta, homenaje que desde hace treinta y seis años esta Dénia celebra.
La Dénia de la tradición, la Dénia del recuerdo, la Dénia que abre al mundo durante su estos días su historia, su cultura, su encanto. La Dénia de sus gentes, esa Dénia que enamora, esa Dénia que te engancha y no te deja, esa Dénia de estas dieciséis filaes de moros y cristianos, rinden año tras año homenaje a esas gentes que hace mas de 1000 años habitaban en esta tierra.
Deseo que mi parlamento anunciador de la fiesta llegue a todos los rincones de esta ciudad querida como el redoble de los tambores, las andanadas de los arcabuces en pleno fragor de la batalla, con el olor de la pólvora al son del sonido embriagador de la música Mora y cristiana.
Quiero que todo este cúmulo de alegría desbordada te llegue a ti, Dénia querida, que para mi eres la expresión mejor acabada del ejemplo de aquello que es nuestra tierra valenciana.
Las distintas culturas que en nuestra historia han intervenido se reflejan en Dénia claramente con su perfil abierto, respetuoso, emprendedor, pionero en el desarrollo de la economía, trabajador, culto, amante de su Patrimonio y cuidadoso de el.
Tu belleza cautiva y los brazos abiertos de tu gente te hacen la mejor anfitriona.
Hoy toca serlo en la fiesta, y lo haces haciendo felices a los que nos visitan.
Amigos que nos visitáis estos días, solo hay que descansar de espíritu. Disfrutad y participad.
Denieres!,Deniers! Benvinguts sigau a la Festa!
Que curioso, yo llegue a Dénia a la vez, el mismo año, que por primera vez se celebraba la fiesta de los moros y cristianos en Dénia.
Mis recuerdos infantiles de la tarde del día 15 de agosto son entrañables. A la balconada de nuestra casa de la calle Campos acudían amigos a la cita anual y disfrutábamos alborozados del desfile grande de ese día. Cuando algún cabo amigo, y eran muchos, nos brindaba su saludo la algarabía se convertía en emoción incontenida.
Mi primer desfile en la fiesta fue de un recuerdo imborrable. Era capitán Cristiano Juan Gisbert, fallero de nuestra falla Port Rotes. Para homenajearle participamos en el desfile con mi fila amiga de Cavallers, ellos, los amigos de mi padre, mis amigos, fueron los culpables de que desfilara una escuadra de falleros entre los que estaban mi padre y mi hermano. Lucíamos nuestro personal saraguell, y nuestro querido Vicente Guntiñas preparo unas mantas largas que al hombro arrastrábamos por la calle Campos. Las sensaciones que pude sentir y que nos transmitíamos entre nosotros son inolvidables. Era como si el cielo nos envolviera en un manto de alegría, la música, el aplauso,el saludo de la gente, las sonrisas felices, la fiesta a tope era como un estruendo que a la vez te daba una paz espiritual y embriagadora.
Nunca se me hizo tan corta la calle Campos!!!!!
Ahí entendí, ahí sentí, la grandeza de esta fiesta. Siempre me acuerdo de ese día.
Y claro ha pasado el tiempo y cuando desde hace ocho años vuelvo con mi familia a mi casa de Dénia, vuelvo cuando nunca me había ido, vuelvo a este pueblo que me vio crecer, que me dio la oportunidad de quererlo y amarlo como uno mas, mis amigos de la fila Deniers me abrieron sus puertas, y allí entre. Allí entramos mi hermano y yo, y aunque son pocos los días que puedo participar noto aquellas sensaciones de hace casi veinticinco años junto a ellos, donde mi corazón se reconforta con su afecto y doy gracias de conservar su amistad. Deniers, muchas gracias!!!. Os abrazo.
Decía al principio que yo llegue a Dénia justo cuando empezaba la celebración de esta fiesta. Conocí en mi infancia y adolescencia a personas muy respetadas por mi, y que fueron fundamentales en la creación y desarrollo de esta fiesta en Denia. Algunos ya no están y para ellos mi recuerdo y mi gratitud. Y para los que seguís trabajando día a día porque cada día esta fiesta sea más grande, mi reconocimiento.
Festeras, cuanto habéis aportado a la fiesta, y al carácter familiar de la misma. Qué alegría la mía, saludar a la Capitana Mora Mabel, tan arropada por toda su familia, a la que tanto estimó.
Capitán, Festeros, que año a año os superáis. A todos os digo «hay que darlo todo»
!!!!Capitanes!!!!!
La Dénia festiva está a vuestras órdenes. Mandar que nadie se quede sin fiesta.
Y ya para terminar,señoras y señores permítanme despedirme con el corazón lleno de sentimiento con aquellos versos del poeta que dicen así
Dénia, açi tens al teu pregoner,
tinc els ulls tots plens de plor…
Dénia de la meua vida
molt dins del cor tu m’aplegues,
com els cadufs de la cenia,
m’en vaig, jo em quede.