Solemne recepción a la imagen de la Santíssima Sang
La imagen de la Santíssima Sang ya está en Dénia. El pasado sábado, autoridades, feligreses y la Cofradía de la Santíssima Sang, ofrecieron una solemne recepción a la talla que el pasado mes de diciembre abandonó la ciudad por primera vez para se restaurada. Un trabajo que se ha desarrollado en dos fases, una analítica y otra operativa.
La fase analítica de la pieza, que se llevó a cabo el pasado mes de diciembre, y consistió en la realización de un TAC en el Hospital General de Castellón para examinar el interior de la escultura con la finalidad de conocer los elementos de unión, la profundidad y extensión de las grietas o roturas y el estado de conservación del soporte. También se le han realizado exámenes con luz U.V. y se le han tomado muestras microscópicas de distintas zonas significativas.
En la fase operativa las mediaciones de conservación y restauración se sustentan en el criterio de mínima intervención para respetar la autenticidad de la obra original y la reversibilidad de los procedimientos aplicados. En este sentido, se está procediendo a la limpieza química y mecánica, apartado en la que los técnicos han optado por una emulsión grasa, ya que ésta no tiene tanto poder de penetración y permite un mejor control en la actuación. De este limpiado, según como ha explicado la directora técnica del MUBAG y restauradora de la imagen de la Santíssima Sang, Joserre Pérez ha permitido devolver el color original de la talla así como tres pequeñas lágrimas en la mejilla de la parte derecha del rostro. De igual manera, la restauración permite ahora apreciar com mayor intensidad las marcas de ligaduras en las muñecas de la Santíssima Sang y ha devuelto brillo a las laceraciones de la espalda.
La patrona de Dénia llegó al municipio, procedente del Laboratorio del Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) de Alicante sobre las 11 de la mañana del sábado ante la atenta mirada de un gran número de feligreses presididos por la camarera de la Santíssima Sang, Pepita Ortolá acompañada por el presidente de la cofradía, Andrés Escribá. La imagen fue descargada y depositada sobre las andas al principio de la avenida de Valencia, a la altura del Banco Sabadell desde donde partió en procesión por la calle Loreto hasta el convento de las Agustinas.
La llegada de la talla, de 400 años de historia, fue recibida con la máxima solemnidad ya que en su honor se dispararon 21 salvas, máximo reconocimiento que se le otorga a una personalidad.