Manifiesto del Cercle Empresarial de la Marina Alta sobre el tren de vía ancha Dénia-Gandia

La conexión ferroviaria de vía ancha entre Dénia y Gandia es una infraestructura necesaria para la vertebración del territorio, la mejora de las comunicaciones en beneficio de las personas, el impulso de la actividad y el tejido socioeconómico desde el diálogo y la concertación social, el cambio del modelo productivo orientado a la creación de riqueza y puestos de trabajo de calidad y la generación de oportunidades de desarrollo sostenible que permitan a los habitantes actuales y futuros vivir mejor en su entorno.

La reivindicación del tren Dénia-Gandia es constante desde hace más de cuatro décadas y tiene el respaldo unánime de todos aquellos que trabajamos y vivimos en las comarcas de la Marina Alta y la Safor, un ámbito territorial que supera ampliamente los 350.000 habitantes en invierno y llega a quintuplicar esta cifra en los meses turísticos.

A través de los años, se han realizado manifestaciones, encuentros, reuniones a distintos niveles e incluso, por parte de las administraciones, diversos estudios al respecto, sin que de momento ninguna de estas acciones haya conseguido culminar, lamentablemente, en la redacción de un proyecto serio.

 

Algunas de las razones que hacen que nos manifestemos públicamente y de forma clara en defensa de la conexión ferroviaria Dénia-Gandia, para todas las Comarcas Centrales, pero específicamente para la Marina Alta, y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 son las siguientes:

Estrategia y vertebración territorial: El tren una infraestructura necesaria e imprescindible, encaminada a vertebrar el territorio y que aporta un valor logístico extraordinario, dado que en un futuro permitirá que la Marina Alta tenga acceso directo al Corredor Mediterráneo. Además, es un medio de transporte sostenible y de carácter esencial para las necesidades

territoriales de las provincias de Valencia y Alicante, áreas densamente pobladas pero que padecen de un lamentable y crónico aislamiento, fruto en parte de la infrafinanciación autonómica.

Cambio de paradigma económico: En la Marina Alta vivimos principalmente del Turismo. La pandemia de COVID ha herido quizá de muerte a muchas empresas de este sector, dejando a cientos de personas en paro. La Industria, en cambio, ha demostrado ser un sector más estable, pero precisa de buenas comunicaciones viarias para atraer inversiones que promuevan su desarrollo. En este contexto, el tren es una necesidad. Y no únicamente la Industria. Una mejor vertebración territorial abriría nuevas oportunidades de negocio para pymes y autónomos de la zona en diferentes sectores, incluidas las que dependen del Turismo, con lo que se conseguiría crear en el corto, medio y largo plazo un clima propicio para la creación de empleo de calidad y sostenible en el tiempo.

Mayor salud y bienestar: Resulta obvio que una buena comunicación con transporte público, como es el tren, reduciría los desplazamientos en vehículos particulares, lo que redundaría en una mejora sustancial de la calidad del aire. Cabe resaltar que la Marina Alta, y aún a pesar de la pandemia, es un territorio de recepción de turistas nacionales e internacionales, a quienes se les facilitaría también la llegada a destino descongestionando así otras vías y reduciendo en temporadas altas los desplazamientos por carretera y, por ende, la siniestralidad.

Igualdad de oportunidades: Disponer de un transporte público y económico facilitaría el acceso de alumnas/os de la Marina Alta a la Enseñanza Superior, al conectar de forma eficiente con otras ciudades que disponen de centros universitarios como Gandia y Valencia. En la actualidad, nuestros jóvenes se ven obligados en la mayoría de casos a alquilar pisos, lo que aumenta sustancialmente los gastos de las familias. En muchas ocasiones esto provoca que las familias renuncien a que sus hijas/os sigan adelante con sus estudios por motivos económicos. Al facilitar el acceso a la educación, modernizar las infraestructuras y promover la implantación de nuevas industrias, se reduciría la desigualdad social.

Conexión más segura y sostenible con las Baleares: La implantación del transporte ferroviario pondría al alcance de cientos de miles de ciudadanos un medio de transporte seguro, asequible, accesible y sostenible, en consonancia con los ODS de la Agenda 2030, y no únicamente para sus desplazamientos terrestres. Dado que la capital de la Marina Alta, Dénia, es zona de tránsito hacia las Islas Baleares, la conexión ferroviaria mejoraría sustancialmente también la conexión del resto de la península con las islas.

Desincentivación de los combustibles fósiles: Esto es únicamente posible en la Marina Alta si se cuenta con una alternativa viable y eficiente al vehículo privado. Un medio de transporte colectivo, como es el tren, es la única alternativa viable y eficiente para conseguir este objetivo sin provocar ninguna merma en la calidad de vida de los ciudadanos, sino todo lo contrario.

Alianzas para lograr objetivos: La Unión Europea, según ha dejado patente en la formulación de la Agenda 2030, prioriza aquellas inversiones en las que muy diversos sectores públicos y privados se unen para conseguir objetivos comunes que tengan un adecuado encaje en los postulados de los ODS. Por tanto, una colaboración público-privada para la puesta en marcha de una infraestructura tan importante para nuestro territorio como es el tren Dénia-Gandia, que tiene tan alto grado de consenso social, político y económico, y cumple de manera escrupulosa con lo recogido en los ODS, –según ha quedado recogido en el presente documento- es muy posible que lograra financiación a través de Fondos Europeos para su ejecución y puesta en marcha.

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