Más de 4.000 personas disfrutan de los conciertos de Música al Castell
Disfrutar de buena música, en un emblemático escenario como es el Castillo de Dénia y además de manera gratuita, han sido con toda seguridad, los mejores aliados del Festival de Música al Castell. Y es que más de 4.000 personas han asistido a los conciertos de música tradicional y popular, que en su 22 edición, ha presentado un completo y variado programa. El primer concierto a cargo del Ballet Flamenco de José Porcel, entusiasmó al numeroso público, más de mil personas, con su espectáculo «Cositas Flamencas». Acompañado en la guitarra por Víctor Márquez, espectacular; al canto, por David Gómez y a la percusión por Javier Vandurciel, José Porcel y la bailaora, Inmaculada Aranda que deleitaron al público con una personal manera de interpretar el baile flamenco con una depurada técnica.
El siguiente concierto, fue un regalo inolvidable e irrepetible. La presencia en el escenario del músico turco Mikail Karaali con el estreno mundial del espectáculo «Escuchar el tiempo», trasladó el público al mundo mágico de oriente. Un concierto donde confluyeran los sonidos de la música tradicional oriental de la mediterránea: desde la música sufí del derviche a la tibia noche árabe haciendo un recorrido a través de canciones tradicionales de los diferentes pueblos de Anatolia, una fusión con influencias multiculturales. La presencia d’un bailador derviche dio el punto más exótico a un magnífico concierto.»
El tercer concierto vino de la mano de María Salgado, una zamorana que conoce como nadie el folklore castellano. Acompañada por músicos castellanos y portugueses interpretaran canciones y músicas de la «frontera» (Castilla y Portugal) con la singular ve de María. Son de destacar los temas musicales que interpretaran los músicos portugueses Amadeus Magalhaes y Quiné Tatas, que dejaran al público boquiabierto con sus interpretaciones.
Cerró el festival la cantante de Argelia residente a España Neila Benbey y su banda fusión. Una voz extraordinaria que va encandilar al público desde el mismo momento que empezó a cantar. El concierto fue un viaje al corazón de Argelia para mostrar los grandes clásicos de la música popular argelina, adaptados con mucha originalidad al siglo XXI. En su «Algerian soul» había canciones tradicionales y populares, arregladas de la música chaabi y algunas transformadas en melodías del pop más actuales. Al final el público bailó con los temas más tradicionales y rítmicos que hacían vibrar a la gente.