La Glorieta de Dénia volvió a ser escenario de otra gesta del CD Dénia. Esta vez además motivada por el título de campeones que los dianenses han conseguido esta temporada.

Su lucha y su entrega han sido ejemplares logrando desterrar la cantinela de siempre «los de aquí y los de fuera». Todos y cada uno de ellos se ha batido el cobre salvando los obstáculos deportivos y extradeportivos.

En Ollería se volvió a ver a ese equipo tocado de convencimiento por la victoria y manejado por un entrenador que ha sabido dirigir la orquesta así como el grupo técnico que físicamente los ha tenido (al grupo) impecablemente hasta el final. Es cierto que también contaban las noticias que llegaban desde Benigànim. Allí el equipo local se adelantó en el marcador cuando el Dénia también lo hacía por mediación de Javi cerrando una primera parte de dominio y control del juego.

En la segunda mitad el Ollería salió motivadísimo y en la grada se conoció el empate del Castellonenese y su segundo gol. Los locales avisaron antes de empatar con un disparo al palo. El equipo sufría y lejos el Castellonense empataba. Los minutos pasaban y cuando el partido entraba en la recta final, con Santafé en el campo llegó su golazo que levantó a los seguidores amarillos, unos sesenta, de sus asientos que ya no ocuparon porque el partido vencía con un triunfo que significaba un título y encumbraba a toda una plantilla y su cuerpo técnico y resto de sus «trabajadores».

Además luego el Nacional Juvenil se imponía en campo ajeno (Torre Levante) y conseguía una sufrida permanencia en un fin de semana redondo.

Ahora a esperar rival sin tiempo de descanso.