Encuentran restos de un barco en Dénia de 1813 a tan solo 3 metros de profundidad – Vídeo

Haciendo snorkel a 350 metros de la costa de Dénia y a tan solo 3 metros y medio de profundidad , la familia francesa Marrel ha encontrado los vestigios del naufragio del barco corsario, Zephir o zefarin, hundido en 1813 durante la guerra de la independencia.

El 29 de julio Julian Marrel, y sus hijos orianne y virgil de 16 y 14 años advierten del hallazgo al museo arqueológico, poniendo a disposición toda la información.

Desde el departamento de cultura se pretende realizar una protección al descubrimiento para que pueda ser visitado in situ.
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Josep A. Gisbert Santonja, arqueólogo.
Museu Arqueològic de Dénia.

A inicios de los noventa (1990), el Museu Arqueològic de Dénia iniciaba un Inventario de yacimientos arqueológicos de Dénia y su entorno, y uno de los segmentos del mismo se dedicaba a los yacimientos arqueológicos subacuáticos de la costa de Dénia. Desde entonces, éste era el corsé en donde se incluían cada uno de los hallazgos subacuáticos que se sucedían en el litoral de Dénia: aquellos yacimientos que habían contado con la inspección, valoración y supervisión de proyectos de prospección arqueológica que se sucedieron a finales de los ochenta e inicios de los noventa, con financiación y patronazgo de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, en donde, sucesivamente, Asunción Fernández, Manuel Martín Bueno, Carmen Aranegui o nosotros fuimos integrantes de los mismos.

Con el número INVJASUB 811, bautizamos un naufragio del cual solo contábamos con documentación escrita, pero del que se desconocía cualquier tipo de información o impronta arqueológica y material.

Sin embargo, el texto de Mosén Francisco Palau, extraído del manuscrito El Llobarro, era concluyente sobre el hecho de que los días 13 y 14 de mayo de 1813, en el contexto de los episodios bélicos navales de la guerra del francés, sucedía el naufragio del “corsario francés Zefarin” que, procedente de Valencia, embarrancaría frente a los Molinos de Polart; una ubicación que podemos contrastar con el emplazamiento actual de uno de los antiguos molinos, antaño movidos por la fuerza del viento, que aún se conserva adherido a una vivienda frente al mar. Este molino, como la torre de la Almadrava y los vestigios de la propia factoría pesquera, balizan la topografía histórica del norte de la costa de Dénia.

El texto de Francisco Palau, siguiendo la edición de don Manuel Bas Carbonell, es el siguiente:

“Dìa 1. 2. 3 y 4 Mayo 1813 = Trajeron por mar muchas maderas de pino para la fabrica de bomba del castillo y bajaron todos los cañones de bronce y se los llevaron à Cullera por mar.
Dìa 5. 6 y 7. = Bajaron muchos cañones de hierro del castillo de à 8 que eran de Xabeque de Madalena Mirle y otra embarcacion que apresaron y los vendió el Comandante à un bastimento Griego que estava en el puerto en pago de un trigo que le compró.
Dìa 8 Mayo 1813. = La compañía que estaba en Ondara dìas hace en el Convento de los Mìnimos alojada y venia à Denia por raciones cada dos dìas salió à buscar a los guerrilleros que estavan por Gata Xabea, Xalon y Benisa, los hicieron volver à Ondara con algunos muertos y heridos.
Dìa 9 Mayo 1813 = Se presentò delante de Denia un navio de 70, tirò un cañonazo y puso bandera francesa, el castillo correspondió con un cañonazo y puso bandera francesa el Comandte de la plaza y el Comandte de Marina D. Jph Delgado y Matias Coll persuadidos, como todos los franceses que aquel navio era francés, se fueron con un laud con bandera parlamentaria hacia èl que tambien havìa puesto bandera blanca y luego que estuvieron algo cerca vieron que era Ingles pensaron bien y se volvieron al anochecer, el Comandte de la Plaza mandó à 4 marineros que fueran al Navio, con bandera parlamentaria y que viesen los que querían, pues mantenia frente al castillo, fueron y à las 10 de la noche, volvieron y digeron que no lo havìan encontrado.
Dìa 10 Mayo 1813. = Salieron las parejas à pescar, el Navìo se mantenía frente al Castillo, tiró dos lanchas al agua y fueron à la pareja del Patron Diego Santi y se llevaron al Navio y al cabo de largo rato lo bolvieron à la pareja. Por la tarde à cosa de las 6 salieron por Cabo de San Antonio dos Navios y 2 ò 3 fragatas aquella tarde no se supo nada.
Dia 11 mayo 1813. = Por la mañana se supo por Diego Santi que el Navio era Ingles y que le havìan preguntado el Almirante como se llamava el Comandte de la plaza de Denia y que grado tenia si avia mucha tropa y si se le havían llevado cañones al castillo, cuya relación hizo el Comandante luego que vino la pareja y aunque dijeron que lo havia puesto preso al castillo fuè mentira.
Dia 12 Mayo 1813. = Se mantuvo todo el dia una fragata delante de Denia bordeando.
Dia 13 = Se mantuvo hasta medio dìa frente à Denia y à cosa de las 2 se fuè hacia el mar, porque divisó al Corsario Zefarin francés que venìa costeando desde Valencia, hechò 4 botes al agua y le embistieron, la fragata no podia cubrir porque no havia viento, las 4 lanchas le hicieron embarrancar al corsario frente los molinos de Polart, la fragata se hizo ir à bordo cerca de ella dos parejas de Gandia, y una de Denia que pasavan por su frente y dos lauds que pasaron cargados de sal para Valencia para valerse de todos ellos en caso necesario; acudió tropa de Ondara y Denia à defender al corsario, y la gente de este juntamente con la tropa hicieron mucho fuego y las 4 lanchas tiraron muchos cañonazos y fusileria, este durò desde las 2 hasta las 7 de la tarde, en que parò totalmente el fuego, se dijo aquella noche que el barco del corsario havia quedado destrozado, y se havìan ahogado todos ò muchos de los marineros ò los havìan muerto, eran unos 100 de tripulación, y que soldos havian quedado muchos muertos y los otros se retiraron à Ondara, mañana se dirà; en este dia à las 8 de la mañana se llevaron algunos cajones de moneda de la Admon acompañados de guardas, y tropa y por la tarde à las 7 los señores de la ciudad hicieron pregon para que todos los vecinos acudiesen à pagar dentro del tercero dia la reparticion de carne que se havia hecho para contratación de raciones de carne.
Dia 14 Mayo 1813. = Estuvo la fragata toda la mañana à vista del corsario que estava bajo el agua casi todo, y trabajavan los marineros para ver si sacarian alguna cosa y sacaron un cañon que lo pusieron con su carreta detras de uno de los molinos para de allo hacer fuego en caso que viniesen las lanchas de la fragata, y à las 5 de la tarde se arrimó la fragata muy à tierra y tirò mas de 30 cañonazos al corsario y gente que trabajavan para ver si la sorprendian y la sacarian, el cañon de detrás del Molino tirò algunos cañonazos à la fragata pero no le hizo nada, y la fragata despues de haver ajuntado à los marineros y ver destrozado del todo el barco corsario, ser fuè hacia fuera.
Dìa 15 = La fragata estuvo todo el dìa frente al puerto esperando si salia un barco Griego muy grande, que havìa traido trigo.
Dìa 16 = Todos los marineros del Corsario se huyeron y los soldos los buscaron por Denia y fueron y hallaron dos dentro de un trigo de Baset de forrat que estavan borrachos y se havìan hachado (sic) à dormir alli.
Dìa 17 Mayo 1813. = Salieron los soldos de Ondara à buscar los guerrilleros y estos los hicieron bolver.
Dìa 18. = Fueron los soldos de Gandia, Ondara y Denia à Pego que havìa 300 guerrilleros, huvo mucho fuego, dijeron que mataron 18 soldos y 3 ò 4 guerrilleros huvo mucho fuego y hirieron al campaner Comandte de los guerrilleros y estos huyeron y en la noche los soldos fueron à buscarlos hasta Benisa, Xalon y teulada y no los encontraron. En este dìa se vieron 10 embarcaciones gruesas à una legua del mar que hivan del cabo hacia el golfo de Vala ”.

Consideramos que la lectura detenida de esta narración de los hechos es suficientemente fresca y rica para no apostillar sus contenidos.

El manuscrito que conocemos como El Llobarro, de mosén Francisco José Vicente Palau Diego, es, por tanto, una de las fuentes documentales vitales para adentrarnos en las vicisitudes que acompañaron el naufragio. Este manuscrito fue trascrito y publicado en 1983. Manuel Bas Carbonell, editor y autor del prólogo de la edición del manuscrito, así como Javier Calvo, en Dianenses del siglo XIX, nos ofrecen algunos datos biográficos. Nació en Dénia en 1743. En enero de 1764 tomó posesión de un beneficio simple en la iglesia parroquial de Dénia. Presbítero, se le asignó la parroquia de la Asunción, donde se ocupó durante muchos años de su archivo. De las notas extraídas de este archivo, formaría parte el compendio que hoy agrupa el manuscrito conocido como El Llobarro, en el que encontramos una cuidada y fecunda descripción del día a día de un periodo repleto de episodios del devenir de la Guerra del Francés en Dénia. Murió en enero de 1823.

Mossen Francisco Palau nos describe y narra otros sucesos navales durante la contienda, entre la entrega de Dénia por Esteben Echenique al general Abert, en enero de 1812, hasta la capitulación, entrega de las armas y salida de los franceses de la fortaleza del Castell, en diciembre de 1813.

Así, en abril de 1812, las peripecias de un navío inglés y una fragata frente a Dénia. O, en octubre de 1812, el desembarco con nueve lanchas, desde un navío y una fragata, en San Nicolás, de 600 soldados. O, ya en mayo de 1813, pocos días antes del naufragio del corsario francés Zefarin, el traslado por mar de madera para la fabricación de bombas en el castillo, el intercambio de cañones por trigo entre el castillo y un barco griego, o el transporte habitual de mercancías por mar. Otros episodios bélicos en que las naves y el mar están presentes van destilando las fuentes. Así, en agosto de 1813, anclan en la Punta del Sard dos fragatas y cuatro bergantines y se produce un desembarco de materiales de guerra y de 6.000 hombres para el sitio definitivo de la ciudad y plaza. Citemos el somero pero importante capítulo que dedica Roque Chabás en el tomo II de su Historia de la Ciudad de Denia, publicada en 1876.

El 29 de julio Julian Marrel advierte del hallazgo por parte de la familia Marrel; Orianne (16 años), Virgil (14 años) y él mismo, de los vestigios arqueológicos subacuáticos de parte del casco de una nave antigua en un punto que mantendremos en reserva. Éste se halla a 3’5 metros de profundidad y a unos 350 metros de la costa, a escasa distancia del punto del naufragio que advierten las fuentes documentales.

Julian Marrel nos solicita que, en honor a su descubridora, se reconozca este pecio o barco hundido con el nombre de su hija Orianne. Queda así en nuestros archivos, y para futuras publicaciones, asentado el yacimiento arqueológico subacuático INVJASUB 811. Derelicte Orianne. Corsario francés Zefarin.

La entidad de los restos del casco y el lugar del hallazgo de inmediato nos llevan a esta línea de investigación y a proponer su correspondencia con la nave corsaria.

Julian Marrel, ya desde su domicilio en Francia, nos remite una colección de más de 32 fotografías y 8 videos cortos en que se puede apreciar la entidad de los vestigios existentes a la vista.

En un espacio de unos cincuenta metros cuadrados de superficie se halla in situ y visible la estructura de madera del barco. Un costado con más de diez cuadernas sucesivas ancladas a las tablas del exterior del casco de la nave. Al parecer, se trata de uno de los costados del casco. Se visualiza su pared interna y destaca el espacio restringido entre cuadernas, lo que indica que se trata de una embarcación diseñada para soportar una carga inusual en naves de mercancías habituales.

Las naves corsarias eran auténticas naves de guerra, más o menos armadas, de entre 10 y 18 cañones, y que disponían de una tripulación importante de alrededor de cien hombres.

Un documento ciertamente sugerente que describe e ilustra las naves detenidas en Sant Feliu de Guíxols, fechado en el 25 de abril de 1781, entre ellas barcos corsarios de origen francés, detalla que la tipología de barcos más usuales destinados al corso eran la pollacra, el pinque, el jabeque y, menos usualmente, la fragata.

Según la obra Jurisprodence di XIXème siècle ou recueil alphabétique des arréts et decisions des cours de France et des Pays Bas, par Dalloz, publicada en Bruselas en 1832, los tipos de naves que podían ir armadas para el corso en Francia eran: “félouque”, tartana, pinque y jabeque.

El cruce de datos e información entre Julian Marrel y nosotros, permite precisar la existencia de un barco corsario francés que, con el nombre de Zéphir (nombre de raíz griega que alude a un viento del oeste), está presente en listados de naves corsarias francesas. Así, el Zéphir 4355, es una nave corsaria de 36 toneladas, tripulación de 51, armada con cañones, 4, pequeños cañones, 0. Está registrada en 1810 en el puerto de Cherbourg y su comandante es P.M.F. Lannoy.

Así, presuntamente, el barco corsario Zéphir, citado como Zefarin por Francisco Palau, registrado en Cherbourg en 1810, embarrancó en la costa de Dénia, frente a los molinos de Polart, embestido y destruido por la artillería de las lanchas de una fragata y por la de la propia fragata cuyo nombre, por el momento, desconocemos. Es cuestión de tiempo acreditar esta propuesta, así como tantos otros detalles de este episodio bélico marino que aconteció menos de siete meses antes de la capitulación de los franceses, entrega de armas, salida de la plaza de Dénia y embarque de las tropas francesas, que en diciembre de 1813 tomaron vela hacia Marsella. Un suceso que recordamos casi dos siglos después y de cuya investigación dimos en primicia al público en una de las actividades de Dénia en Guerra, dedicada precisamente a la Guerra del Francés, que forma parte del programa del ciclo de conferencias Dénia en Guerra. 2017, organizado por el M. I. Ayuntamiento de Dénia y que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Defensa.

El yacimiento, por su emplazamiento y sus características topográficas, deberá ser objeto de un proceso de documentación arqueológica y sería ciertamente innovador el estudio de una serie de medidas de conservación y protección, que permitieran la visualización in situ del casco de la nave, así como diseñar su vínculo con una oferta turística y recreativa que demanda lugares en donde sea posible la visura del patrimonio cultural sumergido; evidentemente, bajo un severo control por parte de las instituciones responsables.

San Agustín, 2017.